El sensor de pH de laboratorio es una herramienta indispensable en cualquier laboratorio químico o biológico. Está diseñado para medir con precisión la acidez o alcalinidad de una solución, que funciona con el principio de los electrodos selectivos de iones. Cuando se sumergen en una muestra, estos electrodos detectan la actividad de iones de hidrógeno, que luego se convierte en un valor de pH. Este sensor es altamente sensible, capaz de proporcionar lecturas con hasta dos decimales de precisión. Es crucial en aplicaciones como el monitoreo ambiental, donde el análisis del pH de las fuentes de agua ayuda a evaluar los niveles de contaminación. En la industria alimentaria, garantiza la calidad del producto, por ejemplo, en la producción de yogurt para monitorear el proceso de fermentación. El diseño compacto del sensor permite un fácil manejo y compatibilidad con varios instrumentos de laboratorio. Con tiempos de respuesta rápidos, permite el monitoreo real de tiempo, por lo que es una oportunidad, para experimentos que requieren ajustes de pH inmediatos